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Flock Drone Art, Focus, Lavinia, Igor Studio hacen historia con un espectacular espectáculo de luces, colores y un sin fin de artes escénicas reunidas con un mismo objetivo: brillar
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«Barcelona, Far al Món»: un antes y después del espectáculo
La noche del 10 de octubre ha sido una noche para recordar. El «yo estuve allí», que predecía Hanzel Cereza en la rueda de prensa, parece haberse cumplido.
Por primera vez en su historia centenaria, la prestigiosa Copa América de Vela ha contado con una ceremonia de inauguración que reunió a más de 60 mil personas en la Playa del Bogatell. Barcelona, pionera en organizar un evento de tal magnitud, dio el pistoletazo de salida a la 37ª edición de la competición: la Louis Vuitton 37a America’s Cup.
Barcelona ha vuelto a deslumbrar al mundo, ofreciendo un espectáculo inolvidable. Durante 40 minutos, el mar, el viento y la vela – símbolos del ingenio humano y el esfuerzo colectivo – protagonizaron una noche llena de música, luz y color. El evento, en el que participaron más de 800 personas, fue fruto de más de un año de trabajo conjunto entre la Fundación Barcelona Capital Náutica, la organización de la regata y un equipo artístico excepcional.
Dirigida y producida por talento catalán
La ceremonia fue dirigida y producida por la UTE ‘BARCELONA, FAR EN EL MUNDO’, compuesta por Focus SA, Lavinia, Igor Studio y Flock Drone Art. Cada una de estas empresas aportó su experiencia en creación cultural, servicios televisivos y espectáculos tecnológicos.
Más de 800 personas estuvieron involucradas en la creación: desde la idea creativa de Igor Cortadellas, la dirección escénica de Hanzel Cereza, la música de Albert Guinovart, hasta las coreografías de Barbarana Pons. Entre las actuaciones destacaron la soprano Sara Blanch, el tenor Arnau Tordera y los Castellers de Vilafranca, simbolizando la colaboración y el trabajo en equipo.
Barcelona, faro en el mundo
El espectáculo, estructurado en 13 escenas, narró la conexión entre culturas y el papel del mar en nuestra historia. Los protagonistas fueron el mar, el viento y la vela, resaltando el valor del trabajo en equipo y el ingenio. Una estructura en forma de faro sirvió como símbolo principal del evento, mientras mil drones iluminaron el cielo de Barcelona, uniendo visualmente la Torre Mirador Glòries y la Sagrada Família.
Finalmente, la noche alcanzó su punto culminante con la interpretación de la banda sonora «Barcelona, faro en el mundo», compuesta por Albert Guinovart y ejecutada por los mejores talentos locales.